Para Michelin el proyecto supone un dar salto de gigante. El fabricante de neumáticos francés ha asumido el reto de desarrollar un neumático sin aire para equipar el futuro Lunar Terrain Vehicle (LTV). El objetivo de sus equipos de I+D es fabricar un neumático capaz de resistir las condiciones extremas del polo lunar para explorar la superficie y permitir una presencia sostenible en la Luna en 2026 y, en última instancia, en Marte. Para diseñar una solución de neumático sin aire adaptada al LTV, además de la experiencia adquirida en colaboraciones anteriores con la NASA, la compañía gala se apoyará en su experiencia en materiales de alta tecnología y en el conocimiento adquirido en la desarrollo de soluciones airless para aplicaciones extremas. La compañía es pionera en la aviación, y ya ha ofrecido su saber hacer a la conquista del espacio.
En la década de los noventa, la marca suministró los neumáticos para el transbordador espacial, imprescindibles para que aterrizara correctamente al regresar de su misión. En la década de 2000, Michelin volvió a trabajar con la NASA para desarrollar la Lunar Wheel, con el fin de equipar vehículos de exploración. Se trata de una rueda sin aire comprimido, flexible, robusta e irrompible, que servirá de base para desarrollar el prototipo previsto para 2025, coincidiendo, si no hay más retrasos, con el lanzamiento de la misión tripulada Artemis. El primer prototipo del vehículo lunar se presentó al público en general por primera vez en el Consumer Electronic Show (CES) de Las Vega, y ahora se exhibirá en la sede de Northrop Grumman (Falls Church, Virginia, EE UU).
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