No, no es 'Regreso al futuro II'. Pero lo parece. Los ingenieros del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), en EE UU, se han propuesto crear un vehículo levitado. Resultaría práctico si su finalidad fuese subirse a él en la Luna. Especialmente, teniendo en cuenta los proyectos de aldeas previstos en el futuro y la próxima misión Artemis. La mayoría de los vehículos voladores altamente maniobrables que se han creado hasta el momento son completamente dependientes de la atmósfera de la Tierra para elevarse: las alas de los aviones o las hélices necesitan aire para generar sustentación o empuje.
© MIT
Los cohetes, por contra, no la necesitan para propulsarse. Pero reutilizar estos vehículos requiere un mantenimiento y reabastecimiento considerables. Por eso, tendemos a depender de vehículos con ruedas para explorar otros cuerpos celestes sin atmósfera. Pero un rover soporta mucho desgaste rodando por un terreno rocoso y árido, incluso cuando se opera a velocidades limitadas. Volar es una forma más segura de explorar a velocidades altas y de aumentar el rango de exploración, pero esa no es una opción en lugares como la Luna.
No tener atmósfera no es un problema, necesariamente. De hecho, podría ser una ventaja. Deja la superficie lunar directamente expuesta al sol, lo que hace que se acumule un campo eléctrico lo suficientemente fuerte como para hacer flotar las partículas de polvo (similar a los efectos de la electricidad estática en el cabello). Las cargas no son lo suficientemente fuertes para mantener un avión diminuto y liviano, pero los ingenieros del MIT han ideado una forma de «generar una fuerza repulsiva relativamente grande entre el vehículo y el suelo», que podría permitir levitar a un rover de 1 kilo.
Para hacer que una nave más grande levite habría que equipar el vehículo con propulsores de iones en miniatura conectados a un depósito de sal fundida a temperatura ambiente. Cuando se aplica un pequeño voltaje a la sal, «los iones del líquido se cargan y se emiten como un rayo a través de las boquillas con cierta fuerza». Es una idea que ya se ha utilizado para propulsar pequeñas naves donde las fuerzas gravitacionales son mínimas (la Luna experimenta una sexta parte de la Tierra). Los ingenieros del MIT analizaron los números y concluyeron que se podrían agregar propulsores adicionales para disparar iones positivos para dar más empuje al rover.
Para intentar levantarlo a un centímetro de la superficie los investigadores crearon un vehículo de prueba liviano (alrededor de 60 gramos) del tamaño de la palma de la mano en un laboratorio. Lo dispusieron con un propulsor de iones apuntando hacia arriba para simular la gravedad de la Luna, cuatro apuntando hacia abajo para contrarrestarlo, y otros componentes, incluidos dos resortes «calibrados para contrarrestar la fuerza gravitacional de la Tierra» y recrear así mejor las condiciones lunares.
Los resultados del experimento coincidieron con los resultados teóricos. Pero los investigadores creen que podría flotar aún más alto o construirse más pesado con instrumentación científica adicional a bordo. El objetivo final es crear un vehículo que facilite la exploración y maniobra en terrenos desconocidos flotando, eliminando así las complicaciones de los vehículos con ruedas.
¿Significa que cuando los astronautas regresen a la Luna irán de cráter en cráter en aerodeslizadores? Levitar un rover de este tipo es una tarea más fácil que levantar a un astronauta de 82 kilos con un traje espacial de 127 kilos. Pero este nuevo enfoque aún no se ha probado, por lo que queda por ver hasta dónde llega la tecnología. Lo que sí sabemos es que no hay al menos grandes masas de agua en la Luna para frustrar una emocionante persecución en hoverboard.
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