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La Starship de Elon Musk está casi lista para volar a la Luna

A Elon Musk, el magnate y CEO de SpaceX, solo le queda un trámite para poder volar a la Luna. Su nave Starship está a un paso de lanzarse. Y es que el despegue de este sistema comercial privado está sujeto únicamente ya a que la Administración Federal de Aviación de EE UU apruebe una evaluación ambiental de la superficie de lanzamiento Starbase. Eso, y la preparación del hardware, que se dará más o menos al mismo tiempo. «Básicamente, un par de meses para ambos». «Hemos recibido una indicación aproximada de que puede haber una decisión en marzo; pero es todo lo que sabemos», anunció hoy Musk. Los nuevos detalles sobre este cohete en forma de bala, que llevará a los humanos primero a la Luna y luego a Marte, llega tras dos años y medio de incógnitas. Unas dudas que, en cierta forma, ha resuelto tras aparecer en un vídeo donde se ve una Starship completamente armada y en el que promete el primer vuelo de prueba orbital antes de fin de año. 

Anunciado por primera vez en septiembre de 2016, emplea la tecnología reutilizable desarrollada por la compañía SpaceX. Conocido previamente como Sistema de Transporte Interplanetario (ITS), el aparato suma 9 metros de diámetro, 50 metros de altura y está hecho casi en su totalidad de compuestos de fibra de carbono. En teoría, puede lanzar hasta 300 toneladas a la órbita terrestre baja, el doble de la carga útil de Saturno V, el siguiente cohete más potente de la compañía y el mayor que ha ido al espacio hasta el momento. La Starship en vertical, justo antes de ser lanzada, mide 120 metros de largo y los vuelos en ella deberían costar menos de 8,8 millones de euros de aquí a dos o tres años, según explicó el magnate en la presentación. Esto supone una sexta parte de lo que cuesta ahora un vuelo del Falcon 9, cuyos viajes rondan los 52,8 millones. 

En la aparición de Musk en pantalla (dura más de 1 hora) se ve cómo sería el lanzamiento y los componentes de éste. Para empezar, se despegaría un sistema compuesto por la nave Starship y un cohete Super Heave. Una vez fuera de la Tierra, el propulsor se desprendería y volvería a la torre de lanzamiento. Los brazos de ésta, por su parte, atraparían el cohete para que, más tarde, pudiera ser reutilizado. Musk comentó en la conferencia que el Super Heavy tiene más del doble de empuje que un Saturno V. En estos momentos, de hecho, cuenta con 29 motores Raptor 2. Pero podría llegar a tener 33. Estos propulsores han sido diseñados pensando directamente en los viajes a Marte, ya que queman oxígeno y metano líquidos, dos elementos que pueden obtenerse en el planeta vecino.




Estos motores se han rediseñado, además, para que cuesten la mitad del precio y sean necesarias menos piezas para su desarrollo. La compañía ha logrado reducir así el peso de sus motores. También ha ayudado el cambio de bridas por soldaduras en el diseño. SpaceX explicó que, en la actualidad, son capaces de elaborar entre cinco y seis a la semana. No obstante, en marzo su capacidad de fabricar aumentará hasta siete. El CEO hizo públicos, asimismo, sus planes de construir múltiples Starships, con una frecuencia de uno cada tres días. Esto significa que en el futuro se podrían lanzar naves diariamente, algo muy útil si se tiene en mente una futura vida en Marte. 

La NASA ha otorgado a SpaceX un contrato para llevar astronautas a Selene, pero Musk no ha delineado aún qué pruebas tendrá que enfrentar antes de llevar a cabo las misiones tripuladas prometidas. Tampoco cómo será la hoja de ruta para preparar Starship para una misión a nuestro satélite o al planeta rojo. La compañía únicamente ha enviado hasta el momento los primeros prototipos en algunas de las llamadas 'pruebas de salto' y se mantiene a la espera, por tanto, de poder colocar el vehículo sobre su gigantesco cohete propulsor para intentar ponerlo en órbita. 

Esta actualización informativa llega más de dos años después de que Musk anunciara al primer cliente de turismo espacial de Starship, el también magnate japonés Yusaku Maezawa. El nipón pagó entonces a SpaceX una cantidad de dinero no revelada para asegurar un asiento para él y un grupo de artistas en un viaje alrededor de la Luna, con la esperanza de que pudiera despegar en 2023. Maezawa todavía está en el proceso de decidir a quién llevará con él. Musk insinuó que se anunciarán más ventas de Starship en el futuro, pero se negó a comentarlas «para no robar la atención de los clientes que pueden estar planeando sus propios anuncios».

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