La NASA busca cómo aterrizar de forma segura en áreas peligrosas de la Luna

Aterrizar de manera segura en el terreno rocoso de la Luna, especialmente en la oscuridad de la noche selenita y en regiones sombreadas, es un desafío al que tendrán que enfrentarse las diferentes misiones del programa Artemis. Por ello, la NASA busca empresas, instituciones académicas, empresarios y otros innovadores que promuevan nuevas tecnologías para ayudar tanto a los exploradores humanos como a los robóticos en esta tarea.

Lo hará a través del Premio TechLeap, con el 'Desafío N° 1 de Aterrizaje de Precisión Nocturno', con el que espera recibir propuestas de sistemas que puedan detectar peligros desde una altitud de 250 metros o más y procesar los datos en tiempo real para ayudar a las naves  a aterrizar con seguridad en el oscuro de Selene. La agencia americana seleccionará 3 ganadores, que podrían recibir hasta 572.000 euros cada uno para construir sus cargas útiles. También tendrán la oportunidad de probar su tecnología en un vuelo suborbital sin costo adicional.

«Esta es una oportunidad emocionante para que la industria ofrezca soluciones que aborden uno de los objetivos críticos de la NASA para la exploración espacial y el descubrimiento científico», dijo John Kelly, gerente del programa Flight Opportunities en el Armstrong Flight Research Center en Edwards, California (EE UU). «Este desafío es un paso importante en la búsqueda de tecnologías innovadoras que permitirán que las misiones robóticas y tripuladas realicen aterrizajes en terrenos peligrosos», expresó.


El cohete Xaero-B de Masten Space Systems © NASA



Y es que el terreno lunar incluye peligros como rocas y cráteres, que a su vez crean regiones sombrías que pueden albergar hielo de agua, lo que los convierte en sitios vitales para el descubrimiento científico y la construcción de una presencia humana sostenida. A pesar de los avances en las capacidades de navegación precisa, persisten los retos con la identificación de sitios de aterrizaje seguros dentro de regiones de superficie sombreadas y oscuras. Además, el desafío busca soluciones que sean más pequeñas, más livianas, más rentables y fáciles de integrar con una variedad de vehículos de aterrizaje.

A través de este 'concurso', la NASA tiene como objetivo establecer sistemas de sensores, que podrían incluir mediciones de radar, lidar, ópticas u otras, capaces de generar mapas tridimensionales durante las maniobras de alunizaje propulsadas por cohetes con suficiente precisión y resolución para ser utilizados para detección de peligros incluso en condiciones de poca luz. Se espera que los sistemas de sensores exitosos reduzcan el tamaño, la masa, la potencia y el costo de las actuales técnicas. 

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