El uso de láseres invisibles en el espacio puede parecer algo de ciencia ficción. Pero es real. Tanto, que el nuevo retransmisor de comunicaciones láser (LCRD) de la NASA podría revolucionar la forma en que ésta se comunicará con las futuras misiones. Desde 1958, la agencia norteamericana ha utilizado ondas de radio para interactuar con sus astronautas. Y, aunque las ondas de radio tienen un historial probado, las aventuras espaciales se están volviendo más complejas y recopilan más datos que en el pasado.
Estos láseres modernos podrían generar más vídeos y fotos de alta definición desde el espacio. Para probar su eficacia, la agencia lanzó el martes 7 el Satélite 6 del Programa de Pruebas Espaciales del Departamento de Defensa de EE UU desde Cabo Cañaveral (Florida). La misión tuvo que ser reprogramada después de que se descubriese una fuga en el sistema de almacenamiento terrestre del Rocket-Propellant-1, avería que fue reparada antes del lanzamiento.
Las comunicaciones láser enviarán datos a la Tierra desde una órbita sincrónica con la rotación de nuestro planeta –35.406 kilómetros sobre la superficie terrestre– a 1,2 gigabits por segundo, que es como descargar una película completa en menos de un minuto. Esta tecnología mejorará las tasas de transmisión de datos de 10 a 100 veces con respecto a las ondas de radio. Los infrarrojos, invisibles a nuestros ojos, tienen longitudes de onda más cortas. Por eso pueden transmitir más información a la vez.
© NASA |
Usando el método de ondas actual, llevaría nueve semanas enviar un mapa completo de Marte, pero los láseres podrían hacerlo en nueve días. El LCRD es el primer sistema de retransmisión láser de extremo a extremo de la NASA. Enviará y recibirá datos desde (y a) dos estaciones terrestres ópticas en Table Mountain (California) y Haleakalā (Hawai). Ambas tienen telescopios que pueden recibir dicha luz y traducirla en datos digitales.
La única interrupción de estos receptores terrestres son las perturbaciones atmosféricas, como nubes y turbulencias, que pueden interferir con las señales. Una vez que la misión llegue a la órbita, el equipo del centro de operaciones en Las Cruces (Nuevo México), activará el LCRD, del tamaño de un colchón, y lo preparará para enviar pruebas a ambas estaciones.
Se espera que la misión pase dos años realizando ensayos antes de comenzar a respaldar misiones espaciales, incluyendo una terminal óptica que se instalará en la Estación Espacial Internacional (EEI) en el futuro. Esto significa que los proyectos podrían ser menos costosos de lanzar próximamente y las naves tendrían espacio para más instrumentos científicos
Algunas misiones en desarrollo que podrían probar las capacidades de comunicación láser incluyen el Sistema de comunicaciones ópticas Orion Artemis 2 (O2O), que permitirá una transmisión de vídeo de ultra alta definición entre la NASA y los astronautas de Artemis que se aventuren a la Luna. La misión Psyche será otra privilegiada. Se lanzará, previsiblemente, en 2022 y llegará cuatro años después a su destino, un asteroide que se encuentra a más de 241 millones de kilómetros de distancia.
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