¿Quién grabó el despegue lunar del Apolo 17, si los astronautas estaban a bordo?

Existe un vídeo del despegue de la ultima misión espacial que se realizó a la Luna, hace 49 años. Pregunta de nota para un examen: si los astronautas iniciaban su regreso a la Tierra, ¿quién lo grabó? ¿Cómo la NASA capturó este metraje icónico del Apolo 17 dejando el satélite? Nadie se quedó atrás para, digamos, establecer una base lunar.  ¿Cómo fue entonces posible? La respuesta es más simple de lo que parece: se usó una cámara que podía controlarse, e incluso programarse, desde la Tierra. Tecnología bastante impresionante que se dejó en el satélite por siempre y que hizo posible inmortalizar el despegue de aquel 14 de diciembre de 1972. Aunque se necesitaron tres intentos para lograr la técnica correcta.

Como explica el Museo Nacional del Aire y del Espacio Smithsonian en una publicación de 2011, la cámara estaba disponible en Apolos 15, 16 y 17. La máquina fotográfica se comunicaba con nuestro planeta mediante una antena de alta ganancia en el rover. Aunque con un ligero retraso, ya que las ondas de radio tardan en viajar un par de segundos entre la Tierra y la Luna. Por ello, los ingenieros sugirieron mover el vehículo a cierta distancia del módulo lunar y configurar la cámara para que se inclinara automáticamente y mostrara el despegue al ordenárselo desde la Tierra. Ese era el plan, al menos.  



En el Apolo 15, el mecanismo de inclinación funcionó mal y la cámara nunca se movió hacia arriba, lo que permitió que el módulo lunar se perdiera de vista. Y aunque el intento del Apolo 16 dio una vista más larga del aparato elevándose, los astronautas estacionaron el rover demasiado cerca de él, lo que desvió los cálculos y la sincronización de la inclinación hacia arriba y dejó la vista solo unos momentos del vuelo. Lanzada el 7 de diciembre de 1972, la misión 17 permaneció en el satélite 75 horas, que dieron lugar a una cantidad ingente de muestras con un peso de 110,4 kilogramos.

Ed Fendall era la persona que controlaba la cámara de este último Apolo. En el año 2000 recordó lo complejo que era el procedimiento: «La forma en que funcionó fue la siguiente: Harley Weyer, que trabajaba para mí, se sentó y pensó cuál sería la trayectoria y dónde estaría el rover cada segundo a medida que se moviera, y cuál sería su configuración. Cuando la tripulación hizo la cuenta regresiva, yo envié el primer comando en el despegue menos tres segundos.  Cada comando estaba escrito, todo lo que estaba haciendo era mirar un reloj, enviar comandos.  No estaba mirando la televisión», continuó. «Realmente no lo vi hasta que terminó y lo reproduje.  Así fue como se consiguió», contó Weyer.

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