El megacohete de la NASA que llevará de nuevo al hombre a la Luna ya está en la plataforma de lanzamiento

51 años después de la era Apolo se repite la imagen del cohete Saturn V de la NASA en la plataforma de despegue de Florida (EE UU). En este caso, se trata del megacohete SLS que la agencia norteamericana lleva construyendo 10 años para llevar de nuevo al ser humano (y a la primera mujer y al primer hombre negro) a la Luna como parte de su programa Artemis. El nuevo impulsor gigante completó anoche su primer traslado al legendario complejo de lanzamiento 39B, para someterse a una serie de pruebas que, de tener éxito, le permitirán emprender su misión este verano. El SLS salió del edificio de montaje del Centro Espacial Kennedy (VAB) a alrededor de las 22:47 (hora española) y tardó diez horas y 28 minutos en recorrer el camino, transportado por un enorme vehículo, situado a poco más de seis kilómetros de distancia. 

«Desde este lugar sagrado e histórico, la humanidad pronto se embarcará en una nueva era de exploración», dijo el administrador de la NASA, Bill Nelson. «Artemis 1 demostrará el compromiso y la capacidad de la agencia para extender la presencia de la humanidad en la Luna, y más allá». «Salir del edificio de ensamblaje de vehículos es un momento icónico para este cohete y nave espacial, y es un hito clave para la NASA», afirmó Tom Whitmeyer, administrador asociado adjunto de Desarrollo de Sistemas de Exploración Común en la sede de Washington.

Con la cápsula Orion en su punta, el SLS mide 98 metros de altura. Más que la Estatua de la Libertad, pero un poco menos que los 110 metros del cohete Saturn V. Sin embargo, contará con un empuje de 39,1 meganewtons, un 15% más que Saturn V, lo que lo convierte en el cohete más potente del mundo, acompañado de una factura de 3.700 millones de euros por lanzamiento para las cuatro primeras misiones Artemis a Selene, recalcó este mes ante el Congreso el inspector general de la agencia espacial estadounidense, Paul Martin. Una vez que llegue a la zona de lanzamiento, los ingenieros tendrán dos semanas para realizar una serie de pruebas antes de un ensayo general de prelanzamiento. 

El 3 de abril, el equipo del SLS cargará más de tres millones de litros de combustible criogénico en los motores del cohete –que anteriormente sufrieron varios contratiempos– y repetirá cada etapa de la cuenta regresiva hasta los últimos 10 segundos, sin encender los motores. Luego se sacará el combustible para una demostración de lanzamiento abortado en condiciones de seguridad. Después volverá al edificio de ensamblaje VAB para los últimos retoques antes de su despegue definitivo, con el objetivo en mente de circunvalar la órbita lunar, sin presencia humana a bordo. Será la primera tentativa –habrá otra igual pero tripulada– antes de que Artemis 3 y sus astronautas posen de nuevo un pie sobre el regolito. 


© NASA

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