A la Luna le sale un hijo pequeño

Al parecer, le ha salido un hijo a nuestro satélite. Y, como él, este descendiente está hecho de los mismos materiales. La historia de 469219 Kamo'oalewa (o 2016 HO3) es curiosa. Esta roca fue descubierta en dicho año por el PanSTARRS hawaiano, un telescopio diseñado para cubrir grandes cantidades de cielo nocturno e identificar asteroides o cometas que puedan representar un peligro para nuestro planeta. El Kamo'oalewa no es nada de eso. Es más bien de un cuasisatélite con un brillo muy tenue (4 millones de veces más débil que la estrella menos brillante que el ojo humano puede captar) y con una órbita tan excéntrica que solo se puede ver unas pocas semanas de abril.

Durante estos años, un equipo de astrónomos de la Universidad de Arizona (EE UU) han estado analizando el pequeño asteroide, de entre 40 y 60 metros de diámetro. Lo que publican esta semana en 'Nature Communications Earth and Environment' es que tiene muchas posibilidades de ser una luna en miniatura (formada de antiguos fragmentos de nuestro satélite) que nos acompaña a unos 14,5 millones de kilómetros. Y nunca se aleja más de 100 veces la distancia a Selene de nosotros. Es una Luna en miniatura, literalmente.

Por un lado, el asteroide «refleja la luz solar de una forma más típica de los minerales que se encuentran en la Luna (silicatos) que de los asteroides más comunes», explica Benjamin Sharley. Por el otro, su órbita es también mucho más parecida a la nuestra (o a la de la Luna) que a la de otros asteroides y cometas que nos rodean. Hasta que no tengamos más información (o seamos capaces de ir hasta él y hacer «un test de paternidad» geológico) puede ser que el Kamo'oalewa sencillamente sea un asteroide más que se enganchó a nosotros en algún momento de la historia. 

Lo que los investigadores tienen claro es que no permanecerá en esta órbita mucho tiempo. Sólo unos 300 años en el futuro. Y que llegó hace unos 500. Sin embargo, es una casualidad colosal por composición y por trayectoria. A día de hoy, de hecho, como ya sabemos que la eyección de materiales lunares por el impacto de meteoritos es un fenómeno real, la idea de que se trata de una pequeña lunita encaja a la perfección.

Por cierto, también hubo otro conato (o candidata a Luna) en 2015: 3753 Cruithne.