Eléctrico y autónomo. Así es el nuevo rover que formará parte de la misión Artemis de la NASA. El fabricante de automóviles estadounidense General Motors y Lockheed Martin –de experiencia en el desarrollo de naves espaciales robóticas– están trabajando en un nuevo vehículo lunar que permitirá a los astronautas explorar la superficie de nuestro satélite llegando más lejos que nunca, a diferencia de los Apolo, que solo viajaron unos 7.6 kilómetros.
«El objetivo es que, de forma inteligente, pueda servir en la Luna a los aterrizajes humanos, transporte de materiales o experimentos científicos con una mayor autonomía», indican desde ambas compañías. El aparato parece estar bien adaptado a las condiciones de baja gravedad y alta intensidad. Tendrá que enfrentarse a entornos extremos a diario, especialmente en términos de temperaturas. Cuenta con asientos plegables, cuatro ruedas y parece no incluir volante, pero si algunos controles en un cuadro de mandos central.
«Estos prototipos ampliarán drásticamente el rango de los astronautas y realizarán investigaciones científicas de alta prioridad que, probablemente, afectarán la comprensión de la humanidad sobre nuestro lugar en el sistema Solar». El primer desarrollo de GM a este respecto fue el rover que utilizaron los cosmonautas del Apolo 15. La misión de GM ahora es, según su vicepresidente Alan Wexler, volver a hacer historia con esta nueva generación de naves.
General Motors colaboró también con la NASA haciéndose cargo del desarrollo e integración de los sistemas de navegación y guía inercial del programa Apollo Moon, incluido el del primer aterrizaje humano en 1969. Lockheed Martin, por su parte, ha contribuido con el desarrollo y la construcción de naves espaciales, sistemas robóticos y tripulados del espacio profundo, como la nave de exploración Orion.
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